Sintéticas, atractivas y visuales; las infografías nos permiten comunicar de manera atractiva lo que queremos transmitir. En un mundo donde la imagen es privilegiada por sobre el texto, las infografías han tenido su resurgir gracias a las redes sociales; el boom de Pinterest ha hecho en gran medida que estos medios se popularicen y viralicen a través de internet.

Las infografías hacen fácil lo difícil; comunican de manera atractiva y convincente información relevante, mejorando la comunicación de las ideas.

En el mundo del marketing esta es una herramienta que potencia la comunicación de ideas para impulsar al público a probar un producto o servicio; además de entregar información sobre la personalidad de la marca. Por otro lado, también son una excelente herramienta para la educación, como un medio didáctico y facilitador de la comprensión de contenidos curriculares. La infografía se convierte en las aulas en un recurso valioso, ya que resume mediante simbología icónica y gráfica los contenidos, y los estudiantes pueden producirlas favoreciendo el proceso de integración de conceptos.

Las infografías pueden ser estáticas o animadas, impresas o digitales junto a elementos multimedia. La premisa de las infografías es simple: información a través de mensajes sencillos, claros e impactantes -que puedan incorporar cierta cuota de humor-, que llamará aún más la atención del lector.

En internet existen varias páginas donde crear infografías, como piktochart.com o infogr.am. Si son pensadas para la web, la recomendación es hacerlas verticales; se ajustan a la funcionalidad de las páginas y es fácil verlas a través de smartphones.

 

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